Desde el más puro y duro secano aragonés, la ABK está prepara para ofrecer a los corredores un auténtico circuito de BTT. Un recorrido de muy marcados contrastes paisajísticos que cada año va sumando nuevos y espectaculares tramos, los que año tras año nos han permitido diferenciarnos de otras pruebas similares, proporcionándonos la identidad necesaria para sencillamente ser: “¡UNA CARRERA DIFERENTE! 
Este año la carrera cambia de dirección. Empezaremos a rodar hacia la población de Letux, con la intención de que los corredores conozcan también el que hasta ahora había sido segundo bucle.
Tras unos kilómetros de pisteo, llegaremos a la Senda de las Rivas, un sendero muy divertido desde el que podremos apreciar unas bellísimas vistas panorámicas de la población de Azuara. Destacar que este sendero tiene algunos tramos técnicos en los que habrá que pasar con mucho cuidado.
El final de la senda nos devolverá a un camino que entre frondosas choperas y abundantes huertos, nos llevará hasta la localidad de Letux, en donde habrá un avituallamiento líquido.
Al salir de Letux, tomaremos un camino que nos llevará hasta las faldas del Cabezo del Lobo, la primera dificultad montañosa del día. En su cima, tendremos avituallamiento líquido y sólido, para seguido, introducirnos en el corazón de la montaña atravesando la Cueva del Lobo. Las vistas de la Comarca de Belchite desde este lugar son espectaculares.
Descenderemos las crestas del cabezo para enseguida toparnos con el temido Barranco del Diablo, un barranco de grabas por el que los corredores deberán imponer su técnica y fuerza para poder superarlo.
Tras el barranco llegarán las divertidas sendas del Jabali, del Pozo de los Chorros y el barranco de la caña, que nos guiarán hasta la localidad de Almonacid de la Cuba, en donde nos espera el segundo avituallamiento líquido y sólido. 
Seguidamente ascenderemos por la ermita de Nuestra Señora de las Nieves, y por pistas rodadoras llegaremos hasta la vega del Cámaras y enlazar con el segundo bucle, entre las riberas del Cámaras y las espectaculares sendas de los pinares de las Ventas y Melida, para llegar finalmente a meta, descendiendo por la fabulosa senda de la Atalaya.
Después de la dura batalla, os espera una buena ducha, una buena comida y un ambiente totalmente festivo.